Man ná palan i orni?
Man ná palan laika mandello?
Ná Endore quanta harmava úhira...
Olorinya vilane oar,
Si talinya hilyuva ara olori... (1)
Habían pasado ya tres años desde que comenzara su entrenamiento en la lejana aldea de Ilreah, en los cuales apenas si había visto un par de veces a su hermana (principalmente en Fisgael, cuando acudía con su entrenador, y la veía a lo lejos practicando con Illiria), y sólo había intercambiado un par de cartas de su madre.
Se había dedicado en cuerpo y mente a fortalecerse, a entrenar sus reflejos y aprender cada técnica que creía le sería útil en el campo de batalla. Sabía que su misión principal no era acabar con los enemigos, sino defender y proteger a sus aliados en batalla, o abrir un camino seguro a los letales bárbaros en la zona de combate.
Compartiendo horas de aprendizaje con Devastación, un joven brujo con el que compartió largos días de combate contra diversas criaturas, fue capaz de idear algunas técnicas para, eventualmente, vencer a un mago; gracias a Poison Arrow había comprendido la ventajas de los cazadores, capaces de desaparecer sin dejar rastros para poder emboscar a sus enemigos, y cómo detenerlos sin caer bajo los ataques de sus mascotas; Tamana, hábil tirador del clan le mostró lo letales que pueden ser los arqueros en una batalla.
Con toda esa preparación, y sin poder evitar algo de nervios, se alistaba para cruzar la puerta de la Gan Muralla de Syrtis y cruzar a la zona de conflicto, cumpliendo las órdenes de la general Larissa Goldenheart. Si bien los Goldenheart no eran de su total agrado (algo que había heredado de su padre era cierta resistencia a la nobleza), las noticias que llegaban a la ciudad (y que llevaron a generar las órdenes que hoy le llevaban fuera de la seguridad que proveían las murallas) eran por lo menos preocupantes.
Pero sólo alcanzó de caminar un par de metros antes de que un ruido desde el bosque de la muralla llamara su atención. Al acercarse pudo ver a un semielfo noqueado en el suelo, siendo atacado por un bárbaro enano. Su armadura y su forma de combate le indicaron que apenas si tenía un nivel de entrenamiento similar al de ella, por lo que rápidamente se interpuso entre el caído y el alsirio, bloqueando el golpe del hacha y respondiendo con una patada que logró desestabilizar al enemigo.
- Primera vez que me alegro de ser tan pequeña – murmuró al ver lo fácil que le era golpear al enano, al tiempo que bloqueaba sus ataques. Sin embargo la resistencia de su pequeño enemigo era extrañamente alta, lo que no auguraba un enfrentamiento corto para ella.
- ¡Agáchate! - la voz a sus espaldas fue suficientemente oportuna para permitirle tomar su escudo de tal manera que la cubriese casi por completo al inclinarse, al tiempo que una flecha envuelta en llamas pasaba sobre ella para clavarse en el brazo del enano. Otra flecha encantada cruzó el aire, dando suficientes motivos al alsirio para tomar su arma y alejarse lo más rápido posible del lugar.
- Nadorhuan (2) – volvió a murmurar para sí al ver correr a su enemigo. Ajustó su lanza nuevamente en su espalda y volteó a ver a su improvisado aliado – Lle ume quel (3), ¿cómo te llamas?
- Belnazzar, tirador en entrenamiento a tu servicio. ¿Y tú eres...?
- Climene, de la Orden de Caballería Esmeralda, y parte del clan Las Perras de Syrtis – respondió la semielfa, haciendo la tradicional señal de saludo entre los elfos.
- ¿Eres de las perras?, ¿en serio? - la joven asintió - ¡yo también! Que extraño, jamás te había visto ni había oído hablar de ti.
- ¡Jaja! Yo tampoco te conocía. Saesa omentien lle (4).
- ¿Sae que?
- ¿No conoces el antiguo idioma de los elfos?
- ¿Alguien lo conoce? Bueno, además de ti obviamente.
- Tal parece que no muchos. En casa acostumbrábamos a hablarlo siempre, pero me he dado cuenta que prácticamente es una lengua muerta para el resto del reino. En fin, ¿qué te trae fuera de las murallas del reino?
- Debo llevar a Eferias unas órdenes especiales de parte de la general Goldenheart. Pero es mi primera vez en la zona de conflicto, y ese enano alsirio me sorprendió con su ataque tan cerca de la puerta.
- ¿Te envió Larissa? Vaya mujer, con lo fácil que era mandar al peligro a una sola persona, envía dos para evitarse el viaje ella misma.
- ¿Tú también vas al castillo? - ella negó con la cabeza.
- No, me envió a Stone, debo pedir enviar refuerzo a Eferias de entre las tropas apostadas en el fuerte. Han llegado a la ciudad informes sobre el movimiento de varias fuerzas ignitas, al parecer pretenden tomar el castillo para usarlo de base de ataque al reino.
Caminaban lentamente, apenas alejándose de la zona en donde se habían enfrentado al bárbaro alsirio. Belnazzar mantenía la cabeza baja, en actitud pensativa. De pronto se detuvo, levantó la cabeza y le dedicó una sonrisa a la semielfa.
- ¡Qué te parece si te acompaño a Stone! Así no tendrás que recorrer todo este camino sola, y no correrás el riesgo de enfrentarte a un enemigo en desventaja - Climene lo observó fijamente, y le respondió con una sonrisa bastante extraña.
- ¿No me digas que tienes miedo de encontrarte con otro guerrero y terminar en el suelo como la última vez? - el rostro del joven arquero se tiñó de un rojo que envidiaría cualquier ignita - ¡jaja! Está bien, después de todo, puedes partir hacia el castillo con las tropas que viajen desde el fuerte.
Caminaron atentos a su alrededor, pendientes de cualquier posible ataque que surgiera de entre los árboles. Aún así se permitieron conversar tranquilamente y conocerse un poco mejor. Y el joven semielfo aprovechó el conocimiento de su nueva amiga de aquella lengua olvidada...
- No entiendo. Si la idea es despedirse, ¿porqué dos frases distintas? ¿Qué más da que use Namarië o Tenna rato?
- Porque las palabras antiguas encierran sentimientos, y deben ser usadas en el momento y situación indicados: Namarië (5) sólo se usa para despedidas largas, o cuando no sabes cuando volverás (o si lo harás); Tenna rato (6) es una despedida casual, la que le darías a cualquier persona al terminar un encuentro o una reunión, no es una despedida a largo plazo, no encierra sentimientos tan fuertes como el anterior.
- El idioma antiguo es bastante complicado, eso explica porqué se ha ido dejando al olvido – comentó el arquero, con un dejo de aburrimiento en su voz. Un segundo después voltea a ver a su nueva amiga con una mirada pícara – Oye, ¿se pueden hacer halagos con lengua antigua?
- ¿Porqué tengo la impresión de que lo que quieres es una frase para conquistar a una chica? - esta vez fue un fuerte tono granate el que cubrió el rostro del joven - ¡jaja! ¡Claro que se puede! Pero tienes que tener cuidado, no se puede mentir en la lengua antigua (7). Si haces un cumplido, o declaras tu amor con estas palabras, quedas atado a las mismas.
- Estoy atado por la eternidad a ella, no hay nada que pueda unirme más a mi elfita – le respondió Belnazzar, mientras desviaba sus ojos hacia el cielo y se quedaba quieto con ojos soñadores.
- ¡Jajaja! Tú si que estás enamorado. Veamos, ¿qué quieres decirle?
- que tal... Ojala la luz de tus ojos bendiga los míos, y que el brillo de tu cabello ilumine mi camino.
- ¡Qué poeta!, no es una frase realmente difícil: nai cala hendelyato laituva i hendenyat, ar sílë findelyo caluva tienyanna oialë...
- Woah! Eso suena genial, ahora sólo debo recordar como pronunciarlo. ¡Mira! Ya llegamos al fuerte – dijo el joven mientras señalaba el fuerte en el horizonte, rodeado de diversos guerreros del ejército esmeralda que entrenaban o esperaban en la zona un próximo combate.
Titulo: Amigo
(1) Poema: Voro I Nén, Oira, Kela Siresse
¿Qué hay más allá de los árboles?
¿Qué hay más allá de esta cárcel verde?
Está Endor, llena des tesoros aún no descubiertos.
Mis sueños volaron hacia allí,
Ahora mis pies seguirán a mis sueños...
(2)Perro Cobarde.
(3) Lo hiciste bien
(4) Un placer conocerte
(5) Adiós
(6) Hasta pronto
(7) Idea sacada de la Trilogía El Legado (Eragon-Eldest-Brisingr)
viernes, 12 de junio de 2009
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